GRANDES PUERTOS DEL LOS PIRINEOS
Puertos de los Pirineos Ciclismo
Hablar de los grandes puertos de los Pirineos implica hablar de ciclismo, del Tour de Francia, de ascensos, de victorias, de historia deportiva… implica hablar de los maravillosos paisajes pirenaicos donde apetece perderse y pedalear con calma, con esa calma que te permite disfrutarlos y absorber toda su grandeza y esplendor.
El objetivo de este post es conocer un poco más algunos de estos puertos de leyenda y servir de guía a aquellos ciclistas que se aventuren a explorarlos; y de impulso a aquellos que sueñan con subir estas montañas.
Tourmalet – 2.115m
El Col du Tourmalet es el puerto más emblemático y representativo de la esencia del Tour, un paso de montaña que ha supuesto mucho en la historia del ciclismo. Si traducimos este puerto al castellano, nos encontramos con “el camino del mal retorno” un nombre que ya deja entrever la mística tan especial de este paisaje.
Cada metro de subida está repleto de gestas, de leyenda, de gloria y de agonía. Fue la primera gran escalada, ya no solo del Tour, sino también de la historia del ciclismo. Fue el periodista Alphonse Steines – mano derecha del fundador de Le Tour, Henri Desgrange – quien propuso que esta gran carrera atravesara las montañas más altas de Francia. El propio Steines en enero de 1910 se encargaría de reconocer el terreno; casi inexplorado por el hombre, y cuya aventura casi le cuesta la vida. A pesar de ello, certificaría que estas montañas serían perfectamente transitables para los ciclistas en julio.
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Así empezó la aventura… por aquél entonces los caminos eran rotos y pedregosos, ningún corredor estaba preparado para afrontar un desafío tan colosal y mucho menos sus bicicletas. No se disponía de desarrollos que permitieran superar pedaleando una montaña de semejantes dimensiones. Aquella jornada, Octave Lapice acabaría pasando a los anales de la historia como el primer ciclista en conquistar la cima del Tourmalet y así empezaría el idílico romance entre ciclismo y la alta montaña.
Este histórico puerto puede iniciarse desde dos puntos, por su vertiente occidental; comienza en la bonita población de Luz-Saint-Sauveur, en el puente que atraviesa la Gave de Le Bastan. El otro punto de acceso es desde el Valle de Argelès-Gazost, donde habrá que sumar diez kilómetros más de suave ascenso para encontrar el arranque del puerto.
No hay que ir en busca de esta montaña a encontrar salvajes picos de desnivel, el trazo de su carretera es recto; a excepción de tres tramos de doble curva de herradura que te permitirán ir ganando altura. Una vez culminado, podrás admirar el monumento que recuerda la hazaña del gran Octave Lapice de 1910 y sentir como la leyenda de este mágico lugar entra por cada poro de tu piel.
Port de Balès – 1.775m
Este puerto vagó sumido en el anonimato durante largo tiempo, solo conocido por algunos lugareños del lugar hasta que se llevó a cabo su pavimentación definitiva. Hecho que no pasó inadvertido a los ojos del Tour de Francia, quien en 2007 lo puso en el punto de mira al incluirlo en el recorrido de la ronda gala.
Aquella primera vez que el Port de Balès ejercería de protagonista en competición durante una gran vuelta; la 15.ª etapa del Tour de 2007, llegaría un reducido grupo de escapados. Entre ellos Kim Kirchen, ciclista que culminaría primero y que pasaría a tener el honor de inscribir su nombre por primera vez en la historia de esta cumbre.
Desde que este majestuoso puerto de montaña pirenaico fue considerado en el ciclismo mundial, es deseado por profesionales y aficionados. Ayuda que sea el puerto más occidental de los Altos Pirineos y uno de los pocos Hors Catègorie que aúnan tanta belleza, exigencia y sosiego. Lo que permite una conexión perfecta entre esfuerzo y el exuberante marco natural que lo rodea. No tendrás que esforzarte demasiado para percibir el sonido del agua del arroyo ni para apreciar su entorno casi virgen, salvaje e impoluto.
El puerto comienza en la bella y diminuta localidad de Mauléon-Barousse; y concluye 19,5 km después en el límite con el Alto Garona, a 1.775 m de altitud. Al finalizar esta aventura tendremos como recompensa las vistas al Mont Né, el pico más alto de la ladera.
Portillón – 1.292m
A caballo entre Francia y España – por el Valle de Luchon al oeste y por el Val d´Aran al este-, el Col de Portillon es el puerto pirenaico que más veces ha sido ascendido por el Tour de Francia. También transitado por la Vuelta a España en dos ocasiones, probablemente sea el puerto que más relación de cercanía física y sentimental guarda con nuestro ciclismo.
Las décadas de los 60 y 70 fueron años donde muchos ciclistas españoles –Bahamontes, Manzaneque, Fuente, Ocaña, Perurena o Torres -encontraron en la cordillera pirenaica, su hábitat natural más proclive a los ataques y exhibiciones propias de la época ciclista que les tocó vivir.
Dos opciones para escalar esta ascensión, por la vertiente francesa a través de Bagnères-de-Luchon o por la vertiente aranera a través de Bossost.
Luz-Ardiden – 1.725m
El sonoro nombre de este puerto tiene su origen en la confluencia de las denominaciones del Valle de Luz -en el que se inicia el ascenso- con una de las costas montañosas más altas del macizo de Vignemale, el pico Ardiden, de 2.988 metros.
Una preciosa y peculiar ascensión, excepcional por la fisionomía de su carretera que se halla repleta de curvas de herradura, enlazadas unas con otras de manera constante para el gozo y disfrute del ciclista. 1.725 m a lo largo de 14 maravillosos kilómetros de ascenso que se desarrollan a través de una serpenteante línea de asfalto sobre el escarpado paisaje de esta ladera pirenaica.
Luz-Ardiden será cada vez un escenario más inolvidable, la mejor recompensa será llegar a la cima y deleitarse con la belleza de este lugar, una belleza curvilínea y retorcida, partícipe de miles de historias y hazañas deportivas.
Superbagnères – 1.800m
Superbagneres
Un súper puerto ubicado en el corazón de la cadena montañosa, junto al pueblo de arraigada tradición ciclista, Bagnères-de-Luchon. Cima donde los grandes escaladores han inscrito su nombre: Imperio Massignan, Jaques Anquetil, Bahamontes, Eddy Merckx, entre otros.
Probablemente a ojo de cicloturista, Superbagnères sea una de las joyas del Pirineo más preciada. Esta cumbre, al margen de los aspectos meramente deportivos, dispone de grandes encantos para el ciclista aficionado. Un majestuoso marco natural que recorre el hermoso valle de Lys y cuya cumbre ofrece sublimes vistas 360º con los picos del Aneto-Posets como protagonistas. Un gran logro como ciclista, un sufrido desafío de 17,1 km y 1.800m que te acompañará toda la vida.
Bibliografía: Grande puertos de los Pirineos, gestas legendarias y guía para cicloturistas. Antonio Toral. Sus Edizioak.
Libro que os recomendamos encarecidamente si queréis conocer más los grandes puertos que esconden los Pirineos.
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